Por: UDLA Online
10 noviembre de 2025

La gestión de los riesgos químicos es uno de los grandes desafíos de la salud ocupacional contemporánea, especialmente en Latinoamérica, donde sectores como la manufactura, petróleo, agricultura y la industria alimentaria dependen intensamente del uso de sustancias peligrosas.
Solo en Ecuador, se notificaron más de 2,000 casos anuales relacionados con intoxicaciones por plaguicidas y otros químicos; cifra que, según datos del Ministerio de Salud, apenas revela una fracción del problema real en los entornos industriales y agropecuarios.
Esto evidencia la necesidad de abordar con seriedad la gestión, evaluación y prevención de los factores de riesgos laborales asociados a químicos.
Cuando hablamos de tipos de riesgos laborales, distinguimos varias categorías clave:
Estos agentes pueden ingresar al organismo por inhalación, ingestión o contacto dérmico, y sus efectos pueden oscilar desde irritaciones leves hasta intoxicaciones graves, daño pulmonar, cáncer y enfermedades crónicas. Factores de riesgos químicos como la concentración de la sustancia, la frecuencia de exposición y las condiciones ambientales agravan el peligro.
En 2004, tras un estudio especializado en la industria licorera, se detectó exposición significativa de trabajadores a hidróxido de sodio y ácido clorhídrico, dos sustancias reconocidas por su potencial corrosivo y alto riesgo de inhalación.
El incidente detonante fue la fuga accidental de ácido durante una jornada de rutina:
Si trabajas en entornos donde se manipulan sustancias peligrosas, cuidar tu salud no depende solo de los protocolos de la empresa, sino también de tus propios hábitos.
Aquí van algunas acciones sencillas —pero muy efectivas— para mantenerte seguro:
La prevención empieza con la conciencia: saber que estás expuesto y actuar con precaución te permite trabajar con confianza. La seguridad no es solo una norma, es una forma de autocuidado que protege tu salud y la de tus compañeros.
El desafío de los riesgos químicos va mucho más allá del cumplimiento normativo: requiere equipos formados en ética profesional, atentos tanto a la minimización de peligros como a promover la seguridad y salud laboral en todos los niveles de la organización.
Invertir en capacitación avanzada, como un posgrado en seguridad e higiene, así como acceder a maestrías en salud Ecuador, resulta fundamental para quienes buscan liderar prácticas responsables en ambientes industriales.
La formación permanente en gestión de riesgos laborales, junto al desarrollo de sistemas y cultura de reporte, es esencial para reducir accidentes, enfermedades y proteger a las comunidades laborales. La apuesta por la educación técnica y ética es clave para mantener entornos más seguros, reduciendo los costos humanos y económicos asociados a la exposición química.
Fuentes: